Un vidrio puede ser clasificado de seguridad cuando, en caso de rotura por impacto humano, no presenta potencial para causar heridas de consideración a las personas. Un concepto adicional y complementario al de la seguridad es el concepto de protección que, en general, está ligado con las propiedades de aquellos vidrios difíciles de ser traspasados por el impacto de personas u objetos.
Los dos tipos de vidrios de seguridad más empleados en la construcción son el vidrio templado y el vidrio laminado.
A simple vista los vidrios son todos iguales. Una de las principales diferencias se presenta cuando un vidrio se rompe. Un vidrio crudo se rompe en trozos con puntas altamente filosas y peligrosas, por ello no puede colocarse en cualquier lado. El vidrio templado, en cambio, debido a un tratamiento térmico al que es sometido, se rompe en pequeñas partes sin filo. El laminado, que consiste en dos vidrios comunes unidos por una lámina plástica, al romperse sus partes permanece adherido a la mencionada lámina, sin desprenderse y evitando así el riesgo de generar accidentes. “Es importante que las personas revisen los vidrios de su hogar, consulten, prevengan, elijan y exijan en su hogar vidrios seguros, así como en la escuela de sus hijos o en todos aquellos lugares donde las personas podemos llegar a golpearnos con un vidrio”.
Las personas conviven a diario con vidrio. Este, que muchas veces pasa inadvertido, puede ser causal de graves accidentes que incluso pueden llegar a ser fatales. Para evitar situaciones de este tipo, en países avanzados se han elaborado y promulgado normas que exigen la colocación de estos vidrios tanto en las áreas susceptibles de impacto humano como en aquellas superficies sometidas a la acción del viento.
Las normativas elaboradas, apuntan a la prevención de accidentes indicando los lugares específicos en los cuales deben colocarse vidrios seguros. Puertas vidriadas y vidrios adyacentes a puertas, puertas de duchas, vidrios de baja altura, puertas balcón o puertas vidriadas de patios de juegos, fachadas comerciales, edificios de gran altura, zonas de vientos fuertes cerramientos internos de oficinas, son espacios muy peligrosos como para colocar allí vidrios crudos o comunes. Los niños sobre todo son los más propensos a tener accidentes con vidrio, que incluso pueden llegar a ser fatales, por ello la importancia de respetar y difundir estas normas.